viernes, 22 de febrero de 2013

San Vicente de la Barquera


La Villa en la Edad Media, uno de mis temas favoritos.

5 comentarios:

Anónimo dijo...

Estamos ante un nuevo dibujo de Lengomín, que titularía "El visitante". Está lleno de detalles y de lecciones históricas. Se pueden apreciar las dos torres de vigilancia que se elevan sobre dos promontorios o castros, podría datarse entre el siglo VIII y el X; en una de ellas se apoya el actual campanario del siglo XIX, la otra es la torre del Homenaje del Castillo. Ocurre lo mismo que las antiguas murallas que ha dibujado, que seguramente son sobre las que se edificaron parte de las actuales, quizá ese cortafuegos que se aprecia en el Callejón del Carbonero sean estas que dibuja Lengomín, o sea, las viejas o estén en su situación. La Cabaña era la zona del arrabal y donde vivían los pescadores y gentes de escasos recursos, eran casas de madera; ahí mismo había amarraderos o muelles de robles y la mar entraba hasta dar con la roca, es decir, donde ahora están soportales y viviendas. El caballero está vestido en consonancía con la época, túnica sencilla, alforja, casco, espuelas, muñequeras, un espadín o cuchillo grande y un mandoble. Su caballo puede ser de la raza de cantabria, ancho y de abundantes crines. Se ve a San Vicente de la Barquera rodeada de bosques y libre de construcciones en sus laderas, y en lugar elevado como defensa ante cualquier ataque.
Os reto a que encontréis varios detalles: Una mariquita con tres puntos, la iglesia de Sta. Catalina y a qué otro barco se parecen los barcos dibujados.
Un excelente trabajo de historia.
Abrazo. Lines

J.R. Lengomín dijo...

Muchas gracias Lines. Nadie como tú es capaz de describir una imagen con tanto acierto. Te vuelvo a agradecer tu atención y tus elogios.

Anónimo dijo...

lo menos es Ordoño segundo que venia a darse un baño

Anónimo dijo...

Poderoso caballero que, a lontonanza y amurallada, divisa desde esta ladera, en el "sejo" cántabro, la villa más marinera. Si nó fuera por que se escuchan los relinchos y el piafar del cuatranco y, con gesto certero con espuela calada, el jinete espera, Yó diría que es Don Hurtado de Luna. No le fue muy bien al Corregidor enviado por su Graciosa Magestad, la Reina Isabella Católica;la muralla no se abrió en aquella ocasión que, en el recién estrenado estado moderno, se acaba de inaugurar el último eslabón de la gloria vivida por San Vicente, desde el "Fuero de San Sebastián" bendecido por Alfonso VIII el 3 de abril de 1210. ¡Gloria y Libertad! gritó, detrás de la muralla, el consejo y, añadió... "Son mercedes otorgadas por el hermano de la Reina, Enrique IV, para que, sólo, tengamos Oficial Prevostero entre los "Omes de la Villa";de aquellas palabras y del ruido de aquellos sables todavía hoy, todos los sábados del año, cuando se celebre el mercado, fue gracia y consecuencia de aquellos gestores que, desde el 1 de enero de 1.469, haciendo uso de las buenas relaciones del Príncipe con el Consejo, disfrutamos aquellos privilegios... Javi Balbontín

J.R. Lengomín dijo...

Gracias Chavi, es un comentario que parece sacado de un texto del medievo y es toda una lección de historia.